domingo, 19 de mayo de 2013

Feria alternativa de Urandén


Fomentar el comercio local, promover el consumo responsable y reestructurar la relación productor-consumidor son las bases de la feria alternativa de Urandén. Una propuesta que surgió de un grupo de productores y productoras de la rivera del lago de Pátzcuaro.
Como su nombre lo sugiere, este espacio es una alternativa al comercio convencional para apoyar la economía solidaria mediante  la venta e intercambio de productos locales, orgánicos, naturales y artesanales.
Al hablar de economía solidaria se hace referencia a un modelo socio económico en el que hay un intercambio justo entre productor y consumidor, una práctica cooperativa y no de competencia; esta filosofía se interesa también por el cuidado del medio ambiente y el entorno social.  
Es una feria porque la idea es que los visitantes no solo adquieran sus productos sino que se la pasen bien, se queden, convivan, coman rico y participen en los diferentes talleres y presentaciones artísticas.
Al hablar con Lucas Anzan, uno de los organizadores, le pregunté cómo había surgido la idea de la feria y me comentó lo siguiente: “varios productores nos dimos cuenta que en la región se producían varias cosas interesantes pero no había un lugar donde pudiéramos comprarlas directamente al productor. Aunado a esto, y un poco hartos de la presencia de las trasnacionales y la crisis económica, vimos que podíamos hacer algo y tuvimos la iniciativa de juntarnos, organizarnos y empezar con este proyecto que es totalmente independiente y colectivo, estamos en el marco de la auto-gestión: nadie gana dinero con la feria. Cada productor cuando termina su venta aporta un 10% de esta y va a una caja colectiva que sirve para invertir en promoción, lona, equipo de sonido y dar algún apoyo a las personas que vienen a dar los talleres y las muestras artísticas. La feria inició a finales de octubre del 2010 en Arócutin con 35 productores, afortunadamente tuvimos buena respuesta pero por el espacio y otras necesidades tuvimos que cambiarnos a Erongarícuaro y finalmente a la isla de Urandén donde nos hemos reunido hasta 80 productores y productoras”.

Lo esencial de la feria es vender productos 100% michoacanos y producidos localmente. ¿Qué se encuentra? Medicina alternativa, productos naturales (miel, mermelada, pan, tortillas, lácteos) frutas y verduras orgánicas, cerveza artesanal, aromaterapia, obras de arte (libros, cuadros, pinturas), cerámica, ecotecnias, productos reciclados, artesanía (platería, bolsos, bisutería, cojines, artículos de fibra de coco, cuchillos, ropa), plantas medicinales y de ornato, abono orgánico y lombricomposta, cosmética natural, masajes, comida tradicional, casera y música en vivo.
Otra propuesta de esta feria es el intercambio de bienes mediante el trueque triangulado, que usa las “tunas” como una moneda alternativa al dinero nacional y que sustituye al trueque más básico en el que dos personas cambian un bien por otro. Con las tunas se intentó resolver la limitación de: “yo si quiero lo que ofreces pero a tal vez a ti no te interesa lo que yo ofrezco”.
La feria se realiza el primer domingo de cada mes en el embarcadero de la isla de Urandén desde las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde. Para llegar desde Pátzcuaro, hay que tomar la carretera hacia Erongarícuaro, entre Huecorio y Tzentzénguaro, aproximadamente a 4 km de Pátzcuaro hay una desviación a mano derecha que dice URANDÉN.
Es importante que la gente sepa que  la participación es totalmente abierta, entra quien quiera y es voluntaria. Si algún productor o productora se interesa en participar no es complicado, solo hace falta ponerse en contacto con alguno de los organizadores presentando lo que se quiere ofrecer, eso sí, el producto tiene que cumplir con el requisito de ser un producto local, de calidad y amigable con el medio ambiente.

Con relación a la comida que se vende, una organizadora me dijo: “tratamos de que no haya desechables en la venta de comida, invitamos a la gente a que traiga su plato con cubiertos. Igualmente el objetivo de esta feria es educativo, es decir que entre todos y todas nos volvamos conscientes de la importancia del apoyo a la economía local, del cuidado del medio ambiente, de los beneficios de nuestra salud al consumir frutas y verduras orgánicas (libres de productos químicos), de la revalorización del trabajo artesanal y del uso de ecotecnias como medidas alternativas para reducir el consumo de energía evitando la dependencia a los combustibles fósiles”.

Sin duda esta iniciativa es un ejemplo para darnos cuenta que, si queremos, podemos mejorar nuestra calidad de vida y la de nuestra comunidad  al poner atención en los productos que consumimos y de quienes los adquirimos. Asistan a este encuentro el primer domingo de cada mes en el muelle de Urandén.
Gisel Gómez Cendejas
Fotografías
Gisel Gómez Cendejas
Alma María Rinasz: Nänä Collective