sábado, 19 de noviembre de 2011

Turismo de Aventura en Michoacán

Desde hace tiempo el turismo se ha diversificado de acuerdo a los gustos e intereses de las personas. Por ejemplo, hay quienes gustan de la comodidad en buenos hoteles, otros u otras prefieren un encuentro con las culturas locales o quienes buscan actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza; el turismo de aventura, es precisamente esta última opción en la que podemos disfrutar de escenarios naturales.
Las actividades que suelen realizarse son el excursionismo, cañonismo, rappel, kayak, escalada  parapente, senderismo etc. En la ciudad de Morelia, existen varios grupos que se dedican a estas actividades; en esta ocasión Miguel Ángel Aceves, alias Mike nos contó más sobre estas opciones llenas de aventura y adrenalina.
Lo primero que debemos saber es que existe una diferencia entre el ecoturismo y el turismo de aventura, aunque los dos comparten los mismos escenarios, el ecoturismo va más enfocado al aprendizaje de la naturaleza con la observación de ecosistemas, flora, fauna, senderos interpretativos y talleres ambientales, todas éstas consideradas actividades de bajo impacto. El turismo de aventura comparte la misma visión de apreciación por el entorno natural pero, se diferencia por la búsqueda de desafíos impuestos por la naturaleza.

A continuación comentaremos brevemente en qué consisten cada una de estas actividades. El excursionismo básicamente es emprender caminatas en campo abierto. Muchas veces suele combinarse con alguna otra actividad para hacer más atractivo el viaje.
El rapel es una técnica de descenso sobre la cuerda, se usa un arnés y sobre la cuerda vas bajando ya sea que vaya habiendo un apoyo sobre la pared o sea completamente volado donde no se toca más que la cuerda.
La escalada consiste en realizar ascensos sobre paredes con un reto que supone fuerza física y mental. Existen muchas formas de escalada dependiendo del medio en el que se escale, el equipo que se utilice y otros factores.
El cañonismo es ir dentro del río sorteando las dificultades que se presenten, es decir, caminar por el río, nadar, hacer saltos a las fosas de las cascadas, sumergirte en el agua etc. Todo esto acompañado de paisajes naturales.

El kayak es una embarcación tripulada por una o varias personas que se impulsan por medio de una pala y no de un remo (la diferencia de la pala al remo es que la pala no va fijada a la propia embarcación sino sólo en las manos de quién la maneja).
Estas son algunas de las actividades más comunes del turismo de aventura, no olvidando que el ciclismo, cuatrimotos, buceo, esquí, surf, y algunas otros deportes podrían considerarse parte del turismo de aventura.

Cuando le pregunté a Mike sobre quienes son aptos para este tipo de aventuras, me comentó que es una oferta que va para todas las personas que deseen vivir una experiencia diferente. “No es necesario ser expertos, todos y todas podemos atrevernos a probar. El grado de dificultad se mide en la capacidad de cada persona, en realidad son pruebas que con entusiasmo y valor cualquiera puede superar siempre y cuando la persona no tenga ningún malestar del corazón o alguna incapacidad que le impida realizar la prueba”.

Mike forma parte del equipo Soul-Extreme Morelia, México., un proyecto que aprovecha la diversidad de escenarios en Michoacán para el cañonismo, kayak, escalada, rapel, y excursionismo. Ellos tienen durante todo el año actividades programadas para hacer sentir de pronto el riesgo, la adrenalina y la aventura que supone cualquiera de estas opciones. Lo bueno de este tipo de agencias es que ellos cuentan con el personal y el equipo calificado para no tener ningún accidente.
Los destinos de soul-extreme para estas actividades son Ichaqueo y Tumbisca cerca de Morelia, “el Oasis” una zona para escalada en esta misma área, el Río Balsas en su zona alta y baja del río y Tepenahua en el municipio de Nuevo Urecho cerca de Ario de Rosales. 

Todos los recorridos incluyen transporte, equipo, guía, asistencia y comida. El contacto es www.grupocbk.com, soul-extreme@hotmail.com y el teléfono es 44 32 37 52 72.
Le agradezco a Miguel Ángel Aceves por toda la información. Seguramente serán muchas las personas que a partir de ahora se sumen a vivir más de cerca la naturaleza.

Gisel Gómez Cendejas
Información: Miguel Ángel Aceves H.
Fotografías: Miguel Ángel Aceves H.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Don Antonio Cendejas, artesano de pisos de mosaico

Como una huella del pasado en esta edición recordaremos uno de los trabajos artesanales más vendidos de la década de 1920 a 1980, los pisos de mosaico.
Actualmente la modernidad ha sustituido este trabajo con nuevos materiales, diseños y tamaños. Sin embargo los pisos de mosaico fueron y siguen siendo parte de la decoración de nuestras casas, es por eso que en esta ocasión daré un breve reconocimiento a quienes por mucho tiempo se dedicaron y se siguen dedicando a esta actividad.

El trabajo manual, la durabilidad y la resistencia es lo que diferencia a estos pisos. El Sr. Antonio Cendejas Juárez oriundo de la ciudad de Uruapan, aprendió este oficio por tradición, patrón que se hereda de padres a hijos; él nos cuenta que no solamente se trabajaban pisos hechos de cemento sino también pisos de mármol y marmolina (derivada del granito de mármol). Estos materiales solían traerse de Querétaro, Hidalgo y Oaxaca principalmente.

Para la elaboración de los pisos de mosaico aparte del cemento gris y blanco se emplea el aceite de linaza, pinturas con colores especiales para el cemento, utensilios para el diseño de los mosaicos, divisores para la aplicación de los colores, entre otros.

El proceso básicamente es el siguiente: primero, se aplica aceite de linaza sobre el molde del mosaico para que una vez terminada la pieza no se pegue en el molde, después de haberse aplicado el aceite, se vacía el color que se desee aplicar...
Posteriormente se agrega el cemento con un cernidor que hace más fina su consistencia y elimina posibles grumos; se agrega otra capa de arena con cemento y finalmente se cierra el molde para apretarlo con una prensa manual, se prensa entonces y se desprende el mosaico.
Así termina la primera etapa, se dejan reposar los mosaicos durante todo el día y al día siguiente se hace el proceso de fraguado que consiste en el endurecimiento del cemento; se introducen las piezas en agua durante 14 días y al momento de sacarlas se lavan una a una quitando los residuos de los bordes.
Aquí termina el proceso de fabricación para posteriormente pegarlos en las casas…
Los pisos de mosaico se elaboran en forma manual, uno por uno; tienen diseños tradicionales o  contemporáneos y las medidas suelen ser: 20x20, 25x25 o 30x30.

En la ciudad de Uruapan, Don Antonio Cendejas, al parecer, es el único artesano que sigue trabajando los pisos de mosaico, dado que él nos comenta: “mientras siga habiendo gente que pida el trabajo, esta actividad seguirá vigente”. Ahora sus clientes no le piden mosaico para toda una casa pero si para restauraciones, es decir, que cuando alguna persona hace una reconstrucción en su casa y necesita romper o quitar mosaicos; posteriormente piden a Don Antonio 3 o 5 metros de mosaico para reconstruir el área faltante. 



Lo interesante aquí, es saber que aún cuando la modernidad ha acabado con los antiguos talleres artesanales de pisos de mosaico de pasta, en la antigua fábrica de lo que fue la Miscelánea en Uruapan, tienda de prestigio de hace algunos años, se siguen haciendo pisos de mosaico. Actualmente la tienda de Don Antonio vende ferretería y materiales.

Cuando pasamos a su antigua fábrica pudimos ver la prueba de lo que fue en aquél entonces la Miscelánea, una tienda local que abastecía a la población de materiales para la construcción, ferretería, plomería, abarrotes, mercería, papelería etc. Tristemente me di cuenta que aquél lugar que estuvo lleno de dinamismo y trabajadores hoy conserva únicamente los espacios y las herramientas como una huella del pasado.

Esta experiencia me dio lugar a pensar en lo que la llegada de las empresas trasnacionales ha traído para muchos oficios y negocios locales.

Don Antonio con algo de nostalgia nos dijo: “es difícil darse cuenta que la mayoría de la gente no valora el trabajo artesanal, lo práctico y lo novedoso supera la calidad de los productos tradicionales”
Así como Don Antonio Cendejas nos muestra claramente la producción limitada de esta actividad artesanal, es alarmante pensar que puede haber un paralelismo de este caso con muchos de los artesanos y artesanas en México. Desde mi punto de vista no podemos evitar la evolución con nuevas tecnologías pero debemos reflexionar las ventajas y desventajas que atraen las modernidades para la economía de nuestra gente; y no solo eso, el impacto ambiental que estamos teniendo al consumo mucho más habitual de productos que antes comprábamos para “toda la vida”.
En esta ocasión nos llevamos una experiencia de reflexión más que de conocimiento acerca de un oficio que por mucho tiempo estuvo vigente. Es por eso que Michoacán Bajo Mis Ojos y su Revista Michoacán qué hacer y Quehacer busca dar a conocer el valor de nuestra gente con sus oficios y las maravillas naturales que hacen de nuestro estado un lugar único. Sigamos en el camino de mantener una identidad sin dejar que el intercambio cultural y comercial nos lleve a la pérdida de todo lo antes mencionado.
Gisel Gómez Cendejas
Fotografías: Gisel Gómez Cendejas