lunes, 18 de abril de 2011

Concurso de artesanía de Michoacán- Domingo de Ramos en Uruapan

Este 17 abril tuvo lugar el 51ero concurso de artesanía en Uruapan.

La exposición y venta fue en la antigua fábrica de San Pedro.

Se reunieron todas las comunidades indígenas del estado para presentar lo mejor de sus artesanías.

Es sorprendente y emocionante ver todo lo que estas manos realizan. Un talento reunido con un espíritu de sencillez y humildad.Les invito a que tengan la experiencia de estar en uno de estos concursos.Quiénes no tuvieron oportunidad de asistir, les presentó las siguientes fotografías y videos.

El tianguis artesanal en Uruapan estará hasta el 1 de mayo del 2011. Es un evento que reúne a cientos de artesanos que exhiben millones de piezas artesalanes con técnicas de alfarería, martillado del cobre, cerería, laudería, bordados, deshilados, maderas, lana, arte plumario etc.

Durantes estas fechas no solo habrá la exposición y venta artesanal sino también actividades culturales como danza, música tradicional, exposición de indumentaria indígena, y muestras gastronómicas de comida típica



 El arte plumario es uno de las técnicas prehispánicas que se siguen trabajando...

                                                              


Exposición y venta de las piezas ganadoras del concurso...

                                                            

En la muestra de comida purépecha se deleitan todos los sabores de la comida típica con platillos como el churipo con corundas, shandukata, pescado blanco, enchiladas, quesadillas entre otros...




Conozcan y disfrutan el tianguis artesanal más grande de Latinoamércia en Uruapan, Michoacán del 15 de abril al 1 de mayo del 2011.

Gisel Gómez Cendejas

jueves, 14 de abril de 2011

Las Goteras

Un rincón natural más del estado de Michoacán se encuentra en el municipio de Taretan que se localiza al oeste del estado. Las Goteras, es el nombre que reciben estas cascadas de agua natural que se forman, con la caída de aguas cristalinas.
Llegar a este lugar no es fácil porque no está habilitado para el visitante, es un lugar del que gozan propiamente los de la localidad de Taretan. Sin embargo, esta no es una excusa para no poder visitar este tipo de lugares que nos ofrece nuestro estado. 
Se menciona que es de difícil acceso por no contar con senderos bien trazados o señalización para descender de forma segura. Con un calzado adecuado, el entusiasmo y prestando un poco de atención no se tiene ningún problema para llegar hasta las cascadas. 
Es quizás de esos lugares en los que aún podemos desafiarnos por la naturaleza desconectándonos de la estructura urbana con  sus señalamientos e instalaciones de servicios. 

Es un rincón para disfrutarlo sin perturbarlo.
Su encanto, se deriva de sus condiciones físicas naturales con sus escurrimientos de agua sobre la pared y una vegetación en distintas tonalidades. La ligereza del agua da una sensación de frescura. El ir bajando por el interior del bosque es otra de las sensaciones de cercanía con el entorno natural.
Una vez estando en el pie de las cascadas es posible darse un baño, no hay peligro en sus corrientes de agua debido a que no es muy profundo; por ese lado es muy seguro.
Como siempre no debe dejarse basura, esto genera un impacto en el entorno. Es necesario tener conciencia para saber interactuar con estos lugares, porque de no ser así ocurre un fenómeno de destrucción gradual en el que se va perdiendo su riqueza natural.

Es de suma importancia una educación ambiental ante este tipo de lugares. Su belleza escénica no lo convierte en ser únicamente un atractivo turístico sino al contrario ser un lugar de conservación en razón de los servicios ambientales que brinda. Es un refugio de aves y otras especies, ayuda a regular el clima de la población, mantiene los procesos ecológicos con sus relaciones tróficas e interespecíficas, ciclos de nutrientes, descomposición de materia orgánica, etc. 

Su conservación también radica en evitar la deforestación, los incendios forestales, cambio del uso del suelo, extracción ilegal de recursos naturales, excavaciones de pozos no reglamentados, introducción de plantas exóticas como plantas de ornato y nuevos cultivos. Se menciona todo esto porque de no promoverse una conservación se genera un daño al medio ambiente con efectos negativos para nuestro desarrollo.

Su acceso no tiene ningún costo. Para trasladarse hasta el municipio de Taretan desde la ciudad de Morelia hay dos opciones, una es tomar la autopista Morelia-Lázaro Cárdenas pasando las tres primeras casetas con un costo total de 53 pesos con un tiempo aproximado de una hora y 45 min.

La otra opción es tomar la carretera federal de Morelia a Pátzcuaro con rumbo a Uruapan. En San Ángel Zurumucapio entrar al pueblo para tomar la carretera a Ziracuaretiro y continuar por este camino hasta llegar a Taretan. En tiempo se calcula unas 2 horas y 15 min.

De la ciudad de Uruapan a Taretan hay que tomar la carretera a Morelia con dirección hacia Ziracuaretiro y continuar hasta llegar al destino. El tiempo estimado va de 30 a 40 min.

Las referencias para encontrar el acceso a las Goteras estando en Taretan es tomar la carretera que va al ingenio “Lázaro Cárdenas” (empresa industrial alimentaria dedicada a la producción y comercialización del azúcar de caña y sus derivados). Cerca de ahí se encuentran las vías del tren donde es necesario preguntar a alguno de los lugareños la entrada para iniciar el camino a las Goteras.
Nosotros en esta ocasión tuvimos la suerte de encontrar a Uriel un chico de Taretan que muy amablemente nos acompaño hasta este paraje. Quedamos muy agradecidos por su amabilidad y disposición. Muestra que nos garantizó la hospitalidad de su gente.
Hacer la excursión para bajar a las cascadas si se va a un paso ligero lleva unos 30 min. 
A su regreso les aconsejo pasar al centro del pueblo a tomar un helado, conocer su iglesia y su plaza de traza colonial. 
Otros atractivos de Taretan son las haciendas que se encuentran a unos cuantos kilómetros del centro, una es Tahuejo y la otra la hacienda del Sabino; ambas conservan su arquitectura original. Esto y su disposición de ir abiertos a descubrir más, les hará pasar un buen día de descanso y esparcimiento.


Vivan y disfruten de estos recovecos.

Gisel Gómez Cendejas
Fotografía: Guillaume Cordier.

viernes, 8 de abril de 2011

Alfarería de Capula

A 15 kilómetros de la ciudad de Morelia se encuentra Capula, población reconocida por el trabajo de los artesanos en la alfarería (trabajo en barro).

Capula significa lugar de capulines, cuenta con 400 talleres de exhibición y en esta ocasión visitamos al maestro artesano Antonio Espinoza Hernández y a su esposa Ma. Del Socorro Arroyo Montañez.

La alfarería es una técnica milenaria de trabajo y modelado en barro. Con el paso del tiempo se ha ido innovando la técnica, con base en la forma tradicional, empleando nuevos materiales y técnicas de elaboración. En Capula se identifican no solo la alfarería tradicional sino también sus catrinas, la alfarería punteada y una técnica particular que se conoce como alfarería vidriada; estas variantes del trabajo en barro se denominan así de acuerdo a las mezclas de los materiales, sus temperaturas de quema y acabado.

El maestro Espinoza y su esposa nos recibieron muy amables en su casa-taller. Ellos se especializan en la alfarería vidriada la cual consiste en el siguiente proceso:

Se compra la materia prima para la mezcla del barro, que es la arcilla con una pasta cerámica. Se muele y queda lista para trabajarse con agua. Una vez lograda la consistencia deseada se aplica el barro al molde de la pieza que se pretenda realizar. 

Con la ayuda de un torno se fabrica la pieza; ésta va girando sobre su eje principal. Este movimiento lo imprime un motor eléctrico que transmite su giro al husillo principal mediante un sistema de poleas o engranajes.




Enseguida se mete a cocer en un horno artesanal para la primera quema; todas las piezas van acomodadas en este horno, se cubren de tepalcate y su combustible es la leña. La temperatura que se alcanza es de 800 a 900 grados centígrados; la primera quema en este horno dura de 3 a 4 horas. 

Después, se dejan enfriar las piezas de manera que sea posible tomarlas. En este momento se procede a pintar de forma manual cada pieza según el diseño. 
Los colores que se usan son pigmentos naturales de origen minero o biológico en polvos finos.



Terminada la pieza, nuevamente se deja secar y a continuación se baña con un esmalte. El esmalte es un vidrio transparente que se funde en el horno. 
Por último, se pasan todas las piezas a un horno distinto que funciona con gas, conocido como horno para cerámica; en el interior hay varios paneles donde se van acomodando las piezas hasta llenarlo. Una vez preparado se cierra herméticamente y se enciende, dejándolo de 5 a 6 horas con una temperatura de 1050 grados centígrados. 

Aquí termina el proceso de elaboración.

El maestro Antonio nos mostró cada una de estas etapas; vimos el trabajo y la especialización que lleva realizar cada una de ellas. Por esta razón, considero que su quehacer como artesano tiene un gran reconocimiento.Es interesante ver lo que hay detrás de cada una de las piezas que vemos en las tiendas y tianguis artesanales. 

La originalidad y el ingenio de sus diseños son propuestas que el maestro y su esposa van creando a gusto del cliente.Todas las piezas son originales. Aunque siguen un proceso seriado, cada una lleva impresa un detalle particular que las hace ser únicas.
Al preguntarle acerca de la producción en su taller, nos dijo que cada 8 días trabajan de 100 a 200 piezas. Entre su producción trabaja la loza, con platos, tazones, salseras y demás utensilios; elabora también macetas, números para las casas, jarrones y algunos encargos especiales.

Este tipo de técnica vendría siendo equivalente a la talavera de Puebla, sólo que este nombre es exclusivo de piezas provenientes de zonas designadas y talleres específicos. La certificación es emitida por un consejo regulador, el cual designa los estándares que permiten llamar a esas obras "Talavera”. Debido a esta razón, a la alfarería de Capula no se le puede denominar propiamente talavera.
El trabajo de la alfarería vidriada lo podemos ver y comprar en el mercado de artesanías del pueblo de Capula. En este recinto se ofrecen a los visitantes y lugareños piezas artesanales de diferentes casas, todas atractivas, coloridas y de calidad.
Aprovechando la visita a Capula se puede visitar el templo parroquial de Santiago Apóstol, el Cristo con rasgos indígenas del siglo XVI encontrado en excavaciones, su plaza y algunas otras casas-talleres.

Michoacán, una vez más, nos ofrece una gama de productos artesanales en los que se ve la expresión artística y el esfuerzo de su gente como parte de una cotidianidad.
Agradecemos al maestro Espinoza y a su esposa por abrirnos las puertas de su casa y mostrarnos una forma más de trabajar el barro.

Gisel Gómez Cendejas
Fotografía: Guillaume Cordier